lunes, 4 de septiembre de 2017

SALMÓN MARINADO



Llevaba mucho tiempo pensando en hacer salmón marinado, ya que en casa nos gusta mucho el salmón ahumado y había leído que de sabor queda bastante parecido. Así que nada más volver de vacaciones, ni corta ni perezosa, haciendo la compra para llenar la despensa, vi un lomo de salmón que decía “cómeme” así que me puse a ello.

He de decir que estoy contentísima con el resultado. Muy bueno el sabor. Y extremadamente fácil ya que se cocina él solito, sólo hay que respetar cantidades y esperar un día. La diferencia en precio es muy notable también, sobre todo si se compra el salmón por mitades (mejor la parte del cogote), ya que de esta forma puedes reducir a la mitad o más el precio por kilo de este manjar.

Con pan tostado y tomate, con ensaladas… ¡buenísimo!

SALMÓN MARINADO

*INGREDIENTES:

. un lomo de salmón fresco
. el mismo peso del salmón en sal y azúcar (misma cantidad de sal que de azúcar).
Se le puede dar un toque a ahumado poniendo la el 50% del peso del salmón con un preparado que venden a tal efecto en  mercadona y el resto del peso del pescado al 50% a su vez entre sal y azúcar.
. eneldo

*PREPARACIÓN:

1. Pediremos en la pescadería el salmón para marinar, así nos prepararan el salmón en lomos, aunque será recomendable limpiarlo de las partes más grasas y retirar todas las espinas. Para ello las buscaremos con presionando con el dedo y las extraeremos con ayuda de unas pinzas. No se debe de quitar la piel. 

2. Una vez los lomos estén bien limpios, prepararemos la marinada con sal y azúcar, mezclándola bien. 

3. Cogemos un recipiente en el que entre bien el pescado y ponemos una capa de la mezcla de sal y azúcar. Luego colocamos el pescado con la piel hacia abajo, ponemos eneldo por el lado de la carne y cubrimos con el resto de la mezcla. Tapamos con film y le ponemos algo de peso (yo puse dos bricks de leche). Y al frigorífico.

4. Pasadas unas 24 horas sacamos el salmón y lo lavamos con agua fría hasta quitar todos los restos de sal. Secar bien y ya está listo para cortar. Si hemos hecho mucha cantidad podemos congelarlo.

Para conservarlo, hacemos lonchas finas biseladas (como si fuera un fuet) y las metemos en un tupper con aceite de girasol al frigorífico.




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